Más de 600 presos etarras han roto ya con la banda ETA tras firmar un documento en el que lamentan el daño causado durante sus actuaciones. “Tras una reflexión personal, de forma libre y sin injerencias, manifiesto sinceramente, mi ruptura con ETA. Asimismo, expreso mi pesar por el daño causado a personas, todas inocentes, a sus familiares y a la sociedad, por mi actuación en la organización ETA. En lo que esté de mi mano, me comprometo desde ahora a reparar el daño causado y muestro mi solidaridad y cercanía con las víctimas. Expreso con el mismo convencimiento mi rechazo a la utilización de medios violentos, reconociendo que las ideas y los proyectos políticos deben defenderse exclusivamente por medios pacíficos”, así reza el documento tipo que suscriben los presos de ETA comprometidos con abandonar las directrices de la organización terrorista.
El largo centenar de presos recluidos en España se inclina por seguir la reinserción en la sociedad y apuesta ahora por la vía política en la lucha por la independencia de Euskadi, dejando a un lado la lucha armada.
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